Hábitos de higiene imprescindibles para la cara

Nos gusta ayudarte a cuidarte, a que te sientas bien contigo misma, por eso te ofrecemos unos consejos básicos sobre la importancia de una correcta higiene facial, adecuada para tu tipo de piel. ¡Vamos con ellos!

¿Porqué debemos tener unos hábitos de higiene constante en nuestra piel?

Nuestra piel es el órgano más grande que poseemos. Además de servirnos como barrera protectora, también es un órgano excretor, que expulsa los residuos metabólicos o suciedad; y de absorción de sustancias beneficiosas para nuestro organismo. Por ello, debemos cuidarla esmeradamente para que este siempre en perfectas condiciones de higiene y pueda desarrollar sus funciones vitales correctamente.

Es importante un cuidado diario adecuado

A nuestra piel se adhieren todo tipo de sustancias a lo largo del día, bien segregadas por nosotros mismos, bien contenidas en la atmósfera.

Una higiene adecuada día y noche, nos evitara muchos problemas futuros y hará que luzcamos una piel bella y sana en cada momento

¿Qué pautas debo seguir para la correcta higiene de mi piel?

El cuidado óptimo comienza con la elección de productos adecuados a nuestro tipo de piel, y tener el hábito de limpiarnos la piel cada día, por la mañana y por la noche.

Debemos desechar la creencia de que limpiarnos solo con agua y jabón es suficiente para una higiene a fondo, ya que estos no desprenden los colorantes del maquillaje ni la mayoría de los residuos, además de resecar en exceso la piel y dejarla desprotegida.

Por lo tanto, debemos utilizar lociones, espumosas o jabonosas, y cremas limpiadoras apropiadas para nuestro tipo de piel, que limpiarán en profundidad respetando en todo momento el equilibrio que nuestra piel necesita.

Es muy conveniente utilizar un tónico apropiado por su beneficiosa acción astringente y tonificante

Por último, y no menos importante, debemos utilizar un peeling que servirá para regenerar la piel mediante la exfoliación o el desprendimiento de las células muertas.
Podemos clasificar los peeling en dos grupos:

  • Peeling de arrastre, que harán una erosión superficial en nuestra piel y nos librarán de las células muertas.
  • Peeling enzimáticos, que penetran en la piel y sacarán toxinas acumuladas.

¿Qué tipo de piel tengo?

Es importante que conozcas cuál es tu tipo de piel para poder elegir los productos adecuados.

  • Piel joven: requieren un cuidado básico.
  • Cutis graso: pieles que se ensucian con frecuencia, el cuidado debe ser esmerado y riguroso con productos específicos. Tienden a la flacidez.
  • Cutis mixto: son pieles con desequilibrios a nivel agua y lípidos, con zonas más grasas y zonas más secas.
  • Cutis atípico y deshidratado: pieles con poro cerrado y aspecto seco. Tienden a las arrugas.
  • Cutis con signos de flacidez: pieles con pérdida de estructura, no suele tender a las arrugas.
  • Cutis con tendencia a la telangiectasia: pieles muy sensibles, que se enrojecen con facilidad y pueden tener dermatitis. Son también conocidas como “arañas vasculares”, dilataciones de pequeños vasos sanguíneos en la superficie de la piel.
  • Cutis con tendencia al acné: pieles que, por exceso en sebo, segregan comedones (espinillas o barros) y lesiones cutáneas especificas de esta enfermedad.

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